El primer motivo por el que decidí abrir mi propia tienda en línea de bolsas fue para controlar mi propio destino. Hacer y crear las cosas a mi manera para que después de algunos años (espero no tantos) poder mirar atrás y decir: de la nada, simplemente con la experiencia de vida, ahorros y ganas de hacer las cosas pude construir algo grandioso.
Considero también que es importante tener el control total del diseño, de organizar, de “decorar” y “redecorar” la tienda. He leído varios artículos al respecto y la gran mayoría hacen referencia a que cuando tienes una página web o tienda, inmediatamente ganas mayor credibilidad. Claro, hay que trabajarlo día a día en las redes y demostrarlo. Pero es verdad que poniendo cara a tu presencia en internet, se convierte en algo más confiable para las personas.
2) En este segundo punto quiero hablar sobre el futuro. Es prometedor para marcas emergentes que estamos en este proceso de “slow construction” (me acabo de inventar el término :p).
Hay miles de personas deseando tener más opciones de marcas responsables y que también se ajusten a su bolsillo. Las marcas formamos parte de la realidad de las personas y las de nueva creación, como Fortune Cookie Studio, ya nacimos con valores y con un propósito definido. No tenemos que inventárnoslo o intentar sacarlo de donde no existe.
Las personas estamos (me incluyo) deseando encontrar marcas más humanas que vivan nuestros mismos problemas, que se identifiquen con nuestros valores y que demuestren la coherencia de vivir y de trabajar como se piensa. No ser oportunistas o cortoplacistas.
3) Las cifras demuestran los hechos, así que te comparto unos datos interesantes:
El estudio de la Asociación de Internet MX (AIMX) sobre Comercio Electrónico en México (2020) publica que en México existen 67 millones de usuarias y usuarios mayores de edad. Wow! esto es equivalente al TOTAL de la población de Francia (67.439.599) y el 32% de esas personas han comprado en la categoría de ropa calzado y accesorios a través de una tienda en línea.
Otro dato interesante que nos aporta este estudio es que el ticket promedio de compra al año en ecommerce es de $13,7000 MXN. Los números lo dicen todo, a día de hoy es una oportunidad.
4) Otro motivo de peso para decidirme a crear mi propia tienda en línea fue que no quería pertenecer a un Marketplace (plataforma intermediaria entre vendedores y clientes) que te pueda penalizar o que modifique en cualquier momento las tarifas de planes que oferta. Y otra cosa, quienes compran a través de este canal están buscando el precio más barato de un mismo producto. Esto complica mucho el tema de la fidelidad en estos espacios.
Es verdad que un canal de venta directa no te garantiza que tengas éxito, pero al menos mejora las probabilidades 😊
5) Por último, es tiempo de aprovechar que las plataformas de pago en México porque se ha invertido mucho dinero en el desarrollo de su tecnología. Hoy son muchísimo más confiables y los certificados de seguridad que ofrecen minimizan el riesgo de fraude y como consecuencia, hay menos miedo al compartir nuestros datos bancarios.
La pasarela de pago de la tienda en línea de Fortune Cookie Studio por ejemplo, pertenece a un gigante del comercio electrónico en Latinoamérica: Mercado Pago. Que ofrece distintas alternativas de cobro para tu comodidad: tarjetas de crédito, débito, pago en efectivo a través de Oxxo, 7Eleven, Farmacias del Ahorro, Telecomm y transferencias bancarias.
Espero que te haya gustado leer este pequeño post.
El camino de emprender no es nada fácil pero lo más importante de todo es amar lo que haces porque esto te dará la fuerza para resistir a todas las adversidades que se te presenten. Los fallos, las malas decisiones a causa de la inexperiencia, los engaños de proveedores, incluso las escasas o nulas ventas durante meses… todo esto es parte del camino, hay que asumirlo que va a ser así y tomarlo como aprendizajes.
Tarde o temprano las cosas cambiarán, lo importante es no bajar la guardia y seguir trabajando para el día en que esto suceda, estar preparada / preparado para recibir todo lo bueno que venga.
Gracias por leerme.
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